Tras cumplirse cinco semanas de incluir a Huawei en la “lista negra” de Estados Unidos, muchos anuncios con idas y venidas del bloqueo han circulado. En medio de ese torbellino de comunicados de sus proveedores, el gigante japonés aceptó que recortará la producción en US$30.000 millones en los próximos dos años y que las caídas de ventas ya se acercan al 40%.
La definición de su situación se espera para el 19 de agosto, cuando acaba el plazo de tres meses de suspensión de los efectos del bloqueo que se le dio. Dicha suspensión no impidió que las ventas, por miedo en los usuarios al destino de la compañía, caigan. Solo en Perú el bimestre abril-mayo importó 12% menos frente al mismo periodo del 2018, cuando crecía 76%.
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¿Qué pasará en agosto? ¿Cuál será el destino de la marca? Existen tres respuestas, atendiendo a los tres posibles escenarios: sale de la lista negra, se queda pero le dan excepciones al bloqueo, o este se hace definitivo.
La respuesta no es sencilla porque estamos ante una marca que abarca varios universos: el del software que usan sus teléfonos, el hardware que los soporta y las redes, con el futuro despliegue de 5G incluido.
Huawei reportó que tiene 46 contratos para montar 5G en 30 países, mientras que su rival más cercano, Nokia, tiene 42. Es dueño del 15% de patentes de ese mercado, según IPlytics, y posee un total de 56.492 patentes activas en telecom. Pese a tanta innovación, podría perder la oportunidad de firmar nuevos contratos de 5G con aliados militares de Estados Unidos, como los miembros de la OTAM y la mayoría de países de América Latina.
El fundador de Huawei, Ren Zhengfei calcula que este año ya no consigan los US$125 mil millones de ingresos previstos, sino solo alrededor de $100 mil millones este año. Pese al recorte en ingresos, asegura que mantendrán la inversión de en investigación (I&D)de US$ 100 mil millones para remodelar la arquitectura de la red en los próximos 5 años. Y para el 2020, tras varios re formulaciones, recuperarán fuerzas y arremeterán.
En el universo smartphone los analistas internacionales consideran que el panorama es un poco más complicado. En cuanto al software se enfrentan a la necesidad de crear su propio Sistema Operativo, pues Google ya dijo que no podrá seguir con ellos si persiste el bloqueo. Aquí la alternativa es el sistema propio que están desarrollando: HongMeng, también conocido como ArkOS. Lo esperan soltar en el tercer trimestre.
Pero también tienen el reto de conseguir que los desarrolladores de Apps de todo el mundo trabajen para ArkOS. ¿Querrá el usuario un teléfono con buena cámara pero sin la App de Facebook, Youtube, del cine y de su banco a un clic?
A todos estos retos por resolver se suma el conseguir los insumos para el hardware. China es la fábrica de móviles del mundo. En el Perú, por ejemplo, el 52% de los teléfonos ingresados entre enero y mayo del 2019 son chinos y 38% coreanos. A eso hay que sumar las marcas estadounidenses, como iPhone, fabricadas en China. Pero no todas las piezas que se usan para fabricarlo están en China. Y si bien puede preocupar perder a un proveedor de pantallas, es más difícil y lento reemplazar los procesadores o chips con sello estadounidense.
Fernando Grados, director de Dominio Consultores, opina que en caso se confirme lo peor – el bloqueo total – la marca perderá miles de clientes en Europa y Latinoamérica. En Perú hasta podría salir del mercado. Su fortaleza estaría en China, y en zonas aliadas, como Rusia.
Si se imponen algunas excepciones y, por ejemplo, le permiten usar la tecnología de los procesadores ARM o el sistema de Google, Grados considera que resistirán mejor, aunque igual tendrán que redoblar sus esfuerzos de márketing para luchar contra un usuario que duda, y si duda, no compra.
A nivel global, advierte Ryan Reith, analista de IDC, el mercado de smartphone caerá 1,9% el 2019, con o sin bloqueo, porque hay saturación y baja renovación. Sus previsiones son incluso de un descenso de 5,5% en el primer semestre, pero con mejoría para la segunda mitad. No precisa cifras específicas para Huawei, pero la lógica indica que, aún sin bloqueo, sientan un bajón.
¿Y qué pasará si la administración de Donald Trump cambia de opinión? “En este caso las ventas perdidas por Huawei tendrán una rápida recuperación porque el consumidor se vengará de la sanción puesta”, afirma Grados. El dragón, entonces, volvería… Y repotenciado.
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