El problema principal de Huawei no es que Google le haya dicho que no le dará actualizaciones a su sistema operativo porque el Gobierno de Estados Unidos lo ha puesto en la lista negra. Ese es el impase más sonado y que impacta directamente a los consumidores, quienes están acostumbrados a usar las aplicaciones del buscador y temen que ya no pueda seguir siendo así.
En términos comerciales, cuando los celulares llegan a la «cancha» y se enfrentan a la decisión de compra del usuario, se vive la verdadera batalla y sí, ahí es importante tener acceso a Gmail, Youtube, Facebook, y un largo etc. Al menos en nuestro país, según los diversos estudios de mercado de Ipsos, se busca batería duradera, buena cámara y aplicaciones conocidas.
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A Huawei le ha tomado entre dos y tres años lograr que los consumidores venzan el temor de que al estar comprando un producto chino se llevan algo de mala calidad.
Según el último estudio de Arellano Consultores, el brindar una buena experiencia de uso le ha permitido a la marca en el último año vencer el temor a la condición de chino y ganar presencia, tenencia y recordación. Y todo eso peligra si no sigue manejando como aliada a una marca querida y reconocida como Google.
Pero ese no es el único problema de la empresa. Los negocios de Huawei van más allá de la venta de celulares. Ellos son proveedores de servicios de redes de telecomunicaciones, las que permiten funcionar a los celulares. Y no son un jugador menor en dicho negocio. Por el contrario, vienen creciendo en forma sostenida.
Según el portal Signalsiot, una investigación de Dell´Oro Group estima que en el 2018 capturaron el 29% del mercado, lo cual es ocho puntos más de lo que tenían en el 2013. Entre ellos y Nokia, Ericsson, Cisco, ZTE, Ciena y Samsung combinados abarcan el 80% de los ingresos del mercado de equipos de proveedores de servicios a nivel global.
En el Perú su situación también es bastante positiva, porque están entre los principales proveedores de los operadores con más clientes: Movistar y Claro. Sus rivales también tienen una buena presencia respaldados por una trayectoria de más años, como Nokia o Ericsson, pero la marca china es bastante competitiva, según refieren los principales analistas del mercado local.
La situación a inicios de año era buena en varios aspectos para Huawei, porque están moviéndose bastante para lograr que los operadores regionales los elijan como proveedores de las redes 5G. De hecho, varias de las pruebas en Brasil, Chile y Perú este año han sido realizadas con ellos.
No obstante, Huawei tiene fuerte competencia. En Argentina se han hecho pruebas con Nokia y Ericson, sus proveedores tradicionales. Y Uruguay se ha convertido en el primer país de la región – y el tercero del mundo según el especialista José Otero – en montar una red comercial de 5G. Antel, la empresa de telecomunicaciones pública de Uruguay, comunicó recientemente que eligió a Nokia como su proveedor.
¿Por qué es tan importante ser el principal proveedor de las redes 5G en el mundo? Fernando Grados, director de Dominio Consultores, nos explica que estas redes son las que dominarán las comunicaciones de los próximos años y no solo serán altamente rentables porque se requerirán cuantiosos despliegues de antenas, más que los requeridos por 4G o 3G, sino que marcarán un dominio sobre el mundo.
Ahí es donde Estados Unidos no desea que China tenga tanto poder. No solo se trata de que logren superar en ventas a Samsung y sean la marca más consumida de smartphones, sino que sería una muestra de mucho poder ser los principales proveedores de las redes de telecomunicaciones del mundo.
Las denuncias sobre espionaje o huecos de seguridad en las redes 5G o 4G de Huawei no se han convertido aún en cosa probada, por tanto no se puede afirmar o negar con certeza su naturaleza. Estados Unidos teme que ellos instalen una «puerta trasera» por donde controlar las comunicaciones y Huawei niega rotundamente que eso vaya a ocurrir.
Diversos países de Europa y Norteamerica, a lo largo del año pasado y este, han venido cuestionando el tema, empezando por Estados Unidos, que la prohibió. De hecho recientemente Gran Bretaña discutió el tema y finalmente ha aceptado su uso, pero en puntos «no core» de la red 5G.
Desde Huawei, su fundador y CEO global, Ren Zhengfei, ha asegurado que la división ligada a redes, su segunda fuente de ingresos, no tiene tanta dependencia de tecnologías extranjeras, como si ocurre con los celulares y los chips, y seguirá desplegándose sin problemas.
«Nuestras tecnologías 5G, de transmisión óptica y de red principal están libres de la presión que se está ejerciendo sobre este departamento, y estas tecnologías serán líderes mundiales durante muchos años», dijo.
Sin embargo, el problema podría surgir, y es ahí donde podría ganar fuerza occidente, en la medida en que los países miembros de la OTAN y los aliados de Estados Unidos, incluida América Latina, se vean obligados a rechazar al proveedor chino. Porque una cosa es que uno u otro país decida no comprarle y otra muy distinta es que en bloque, todos, lo rechacen. Ese sería un gran golpe de poder.
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